Tras cumplir algún que otro objetivo vital, llegó la hora del Camino.
Era el año 2010, estaba haciendo un ciclo superior ( a mis 36 años), año Jacobeo... y decidí que ese año haría el Camino. Sóla, acompañada, me daba igual.
En abril conocí a Juan Antonio, le pregunté si querría hacer el camino conmigo y me dijo que sí. Yo quería empezar nada más terminar el curso escolar, pero tuve que esperar a que él tuviera vacaciones, en agosto.
Estaba deseando empezar... contando los días. Era un sueño sin obligaciones, disfrutar, crecer, conocer...
El Camino a veces nos llama, tu sentiste y escuchaste su llamada
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