Juan Antonio hizo el camino primitivo por mi, no era algo que le llamase especialmente la atención, sin embargo le gustó tanto que fue por iniciativa suya repetirlo. A mi me pareció estupendo.
El camino nos encantó, pero he de reconocer que la ida y la vuelta, fueron tan especiales como el propio camino.
Esta vez decidimos dejar el coche en Santiago, coger allí el autobús, para salir desde Avilés. Motivos: nos resultó algo complicado la vuelta a recoger el coche una vez acabado el camino , ya cansados, etc.
Decidimos subir por Portugal, de entrada se nos torció lo planeado ya que cogimos una carretera diferente y fuimos a parar a Aracena. Paramos allí, vimos las grutas (Juan A. quería...) y comimos allí.
Emprendimos de nuevo camino, por la tarde estábamos en Setúbal. Seguimos avanzando e hicimos noche en Lisboa ( en un camping) había un festival de música y estaba lleno , el suelo duro y para colmo a las tantas de la madrugada llegaron los de la tienda de al lado con ganas de guasa. La cara de la mañana siguiente era para verla... Lo primero que hicimos tras dejar el camping fue ir a un Decathlon que estaba a la puerta del camping a comprar unas almohadas.
Hicimos una fugaz visita a Lisboa, no me llamó demasiado la atención, lo que sí vimos sin habernóslo propuesto fue la torre de Belem (preciosa).
Ese día comimos en un burguer, para de nuevo seguir camino por carreteras secundarías. Teníamos marcados algunos sitios de interés donde parar al final no lo hicimos, uno de esos sitios era Sintra. Al ir por esta carretera nos encontramos un sitio precioso, Batalla, no estaba previsto parar allí, pero lo hicimos.
Estuvimos parte de la tarde allí, otro de los sitios marcados: Figuera do foz, por dónde pasamos pasadas las 6 de la tarde y no quise que parasemos en un camping que vimos, la verdad que esa noche no me apetecía para nada dormir de nuevo mal. Juan A. se molestó... porque no se estaba cumpliendo lo planeado.
Pasamos por Oporto, sin parar... encontramos varios camping pero Juan A. ya no quería camping. Ya íbamos haciendo km enfadados... llegamos a Viana do Castello. Me dejó a mi buscar dónde dormir... pregunté en un bar... dimos algunas vueltas y tras preguntar en varios sitios nos quedamos en una pensión restaurante Olaranjeira, estaban casi para cerrar. Fuimos a coger el coche nos indicaron un parking para dejarlo y nos dieron la llave. Era unas personas muy agradables. Y la habitación estaba muy bien.
Por la mañana desayunamos allí estupendamente (el desayuno estaba incluido), la mañana estaba con mucha niebla y fresquita. Vimos en los escaparates de las tiendas de recuerdos un edificio,que no me llamó la atención, sin embargo al mirar hacia la parte alta de la ciudad vimos esa iglesia y quise que fueramos allí. Fue la otra visita de Portugal que guardaremos especialmente.
Estuvimos allí tranquilamente, tras comprar algún recuerdo emprendimos camino.
El último sitio que teníamos previsto llegar fue A Guarda, según un comentario que Juan a. encontró en internet era un sitio precioso que no se podía dejar de visitar, para llegar hicimos bastantes km... y la verdad el pueblo no nos pareció nada especial. Lo que si vimos allí fue la desembocadura del Miño, desde el lado español, viendo al otro lado Portugal.
Comimos en un restaurante de la carretera. Y de nuevo camino de Santiago, pasamos por Vigo, no me lo imaginaba así, estuvimos en una playa dónde tan sólo nos mojamos los pies; el agua me pareció helada. Seguimos y pasamos por Pontevedra, así por citar el sitio más llamativo y por pequeños pueblos, ya que la Pda no se aclaraba por dónde llevarnos. Aunque yendo con tiempo prefería ir por carreteras secundarias. Llegamos por la tarde-noche a Santiago de Compostela, buscamos la estación de autobúses, y un lugar cerca dónde dejar el coche todos esos días. Encontramos un sitio buenísimo delante del edificio de la Xunta de Galicia. Cogimos algunas cosas y fuimos a buscar dónde dormir. Preguntamos en varios sitios, no me gustaban... al final llegamos a una pensión, Los Girasoles, una chica muy simpática nos atendió y la verdad que fue por ella que nos quedamos allí. La habitación estaba bien.Nos duchamos, nos conectamos a internet, bajamos a cenar y al final no salimos a ningún sitio.
Por la mañana salimos los primeros en busca del autobús, estaba llovizneando... como seguiría todo el camino. Cogimos el autobús camino de Avilés.
